Cambio de perspectiva:
espacio, tiempo, interactividad pedagógica y nuevas tecnologías
En los años
setenta se consideró que los cuatro elementos fundamentales en el proceso
educativo eran el profesor, el aprendiz, la materia y el medio (Schwab, 1973). Había
que tener en cuenta cada uno de ellos y ninguno podía reducirse a otro de
ellos. Sobre esta primera propuesta se configuraron el postulado de los tres
elementos básicos del aprendizaje del alumno —resistencia, recursos y
reflexión— (Claxton, 2001) y el de los cinco elementos básicos de la educación
que Novak contribuyó a consolidar en su teoría de la educación —el aprendiz, el
profesor, el conocimiento, el contexto y la evaluación— (Novak y Gowin, 1984;
Novak, 1998).
En nuestros
días, como consecuencia de la perspectiva de la sociedad del conocimiento y de
las tecnologías de la información y las comunicaciones, «tiempo» y «espacio» se
han convertido en factores de especial relevancia para la investigación
pedagógica (Vizcarro, 1998; Varios, revista española de pedagogía año LXII, n.º
227, enero-abril 2004, 31-56 32 José Manuel TOURIÑÁN LÓPEZ 2001: Romero, 2000;
Duart, 2000; Harrasim, 2000; Castells, 2001; Echeverría, 1999; Barroso, 2001;
Levy, 1999; Trilla, 1993; Varios, 1986; Romano, 1998). Sin ánimo de
exhaustividad, me parece adecuado traer a colación diversas acepciones que en
relación con la educación están asociadas a los conceptos de tiempo y espacio
en la experiencia social y educativa: El tiempo y el espacio se asocian al
programa escolar, porque en la escuela, la actividad del aprendizaje se
organiza en torno a las variables tiempo y espacio a través de los programas
con orden y ciclo.
Formación y sociedad
digital: afrontar la propuesta glocal y la innovación
El futuro
inmediato del panorama educativo actual está condicionado de manera
significativa por tres acontecimientos: la sociedad de la información, la
mundialización y la civilización científico-técnica. Atendiendo a ellos, la
Unión Europea ha propuesto dos objetivos generales para el horizonte próximo de
la educación: la revalorización de la cultura general para cualquier tipo de
formación y el desarrollo de la aptitud para el empleo en todos los niveles de
formación (Unesco, 1995; Heilbroner, 1998; Colom, 2000).
Los
dispositivos de comunicación, en la misma medida que han ampliado el ámbito de
circulación de las personas, bienes materiales y símbolos, han acelerado el
proceso de desplazamiento de fronteras físicas, mentales y culturales.
Es imposible
pensar el desarrollo de las políticas culturales en el mundo actual sin
establecer estrategias de globalización. Diversas razones avalan esta situación
y podemos resumirlas en las siguientes proposiciones programá- ticas (Borja,
1999; Castells, 2001; Touriñán, 1999c y 2000; Echeverría, 1999; Romano, 1998;
Varios, 2001; Terceiro, 2001; Ontiveros, 2001; Burbules, 2000; Cabero, 2001):
• Se ha
consolidado el carácter global de la red de mercados financieros y se ha
incrementado el poder de las multinacionales.
• Se han
aumentado las translocalizaciones y se ha incrementado la necesidad del
intercambio internacional.
El papel de
los directivos es fundamental para vencer las resistencias a las innovaciones,
tanto si se trata de promover la innovación, como si se trata de favorecer su
arraigo. Las acciones básicas son (Varios, 1999 y 1997; Gazïel y otros, 1997;
Gento, 1998; Marchesi y Martín, 2000):
Enfatizar los
procesos informativos Promover y facilitar la participación
Propiciar la
dotación de recursos
Favorecer la
negociación
Facilitar el
consenso de las personas clave
Consolidar la
credibilidad, entre otras.
El reto digital en la
educación: importancia de los medios y competencia técnica
Desde el
punto de vista de la educación, el futuro se asienta en el conocimiento, que,
transformado en saber, convierte el capital humano en una mercancía de
progreso. Procesos y productos se fundamentan más que nunca en la sociedad de
la información, en el conocimiento y la comunicación. La rentabilidad del
proceso está íntimamente relacionada con la innovación. En este contexto la
escuela y la educación tienen que patrocinar por ellas mismas la posibilidad de
preparar a los individuos para la innovación. La formación tiene que
transformarse y cambiar a fin de adaptarse a las nuevas necesidades y
condiciones. La sociedad de la información genera un reto distinto a la
educación; este reto viene derivado de las características más acusadas de la
nueva sociedad digitalizada.
Hoy por hoy,
hemos llegado a un nivel grande de profesionalización en la educación, a una
progresiva expansión de la idea de globalización de la sociedad en las redes de
información y a tomar conciencia, tanto del valor económico de la educación,
como del valor educativo de la inversión en capital humano. Precisamente por
eso, estamos obligados a plantear los viejos problemas como nuevos retos con la
firme convicción de que la cuestión no es un problema de nuevos medios y más
medios, sino más acertadamente un problema de nueva organización, porque la
escuela tiene que estar a la altura de los tiempos, ajustando el concepto de
aula y de formación. Esta nueva situación requiere prestar atención inmediata
a:
• Las
infraestructuras.
• El nivel de
conocimientos de la población.
• La
adaptación de los sistemas de educación y formación a la sociedad del
conocimiento y a las Tecnologías de la información y las comunicaciones, con
objeto de garantizar la alfabetización digital.
La educación electrónica como objetivo de la innovación
estratégica. Orientación de tareas y líneas de acción
Atendiendo a
los contenidos de los epí- grafes precedentes, podemos explicitar varios
presupuestos, en el entendimiento de que presupuesto es aquello a lo que se
tiende con la investigación; es la orientación de la investigación, constituye
una buena parte de la visión de enfoque de la investigación y no se confunden
con supuestos de la investigación, que son aquellos principios que no se
explicitan, pero de los que depende la credibilidad de lo que se afirma. Los
presupuestos son los siguientes:
1. En
términos de metodología, toda innovación no implica exclusivamente innovación
de recursos técnicos. Es fácil asociar la innovación con ordenadores, sistemas
informáticos, telemáticos y a distancia, etc., tal como si la innovación
consistiera en disponer de mejores medios y recursos para realizar lo mismo que
ahora se hace pero de un modo más cómodo y funcional con la ayuda de la
informática. Esto, evidentemente, constituye un error de apreciación que no
considera el concepto de plus de aprendizaje, ni la importancia de los medios
que hemos expuesto en apartados anteriores, ni el concepto de capital humano.
2. Las
ventajas competitivas de un sistema se identifican como ventajas de producto,
proceso y organización. Cada una de ellas proporciona una ventaja de duración
distinta sobre los competidores. La ventaja competitiva de producto no suele
durar más de un año, pues puede ser copiada en su diseño rápidamente. La
ventaja competitiva de proceso mantiene su predominio sobre los rivales por un
período medio de cinco años. Las ventajas competitivas de organización
mantienen su superioridad y efecto innovador por períodos estables de diez años
puesto que su componente fundamental es el equipo humano que se ha preparado
para afrontar los cambios. Las ventajas competitivas de organización son las
que benefician básicamente los sistemas educativos (Fernández, 2000; Rodríguez
y otros, 1999; Municio, 2000; Torre, 1998).
3. Las
competencias derivadas del uso de la técnica nueva tienen que estar combinadas
con las competencias profesionales de oficio. El problema fundamental no
estriba en saber utilizar un fax, un correo electrónico, un software de
tratamiento de texto o un procesador de hipermedia. Las competencias más
destacadas no son las de manipulación de productos tecnológicos, sino las
procedentes de la capacidad de organización y autonomía para la intervención
pedagógica en el nuevo contexto. La eficacia en la educación electrónica está
ligada a la formación de competencias nuevas en los profesionales de la
educación.
4. Las investigaciones
del orgware y del brainware; se consolidan cada vez más como investigación
orientada a la indagación de la gestión, la evaluación de la cultura de la
institución escolar respecto de la nueva tecnología y la innovación
estratégica, preferentemente. El núcleo fundamental es la indagación de las
medidas socioeconómicas, de organización y de gestión destinadas a asegurar la
identificación y utilización eficaz de una técnica, así como la capacidad
potencial del sistema tecnológico y de sus agentes de adaptarse, desarrollarse
y autoperfeccionarse (Álvarez y Rodríguez, 1999; Cabero, 2001; Municio, 1993 y
2001). La sociedad que está en cambio exige, no sólo organizaciones que se
adapten y revisen sus formas de actuación, sino también coherencia en relación
con las necesidades del entorno. La innovación, que era un propósito de las
organizaciones creativas, se convierte en una necesidad estratégica
generalizada en las sociedades que están en cambio.
5. La
educación electrónica (e-Educación), basada en el uso de las nuevas
tecnologías, no significa sólo un nuevo medio que se utiliza, sino un nuevo
espacio social que se crea y, por tanto, un nuevo tipo de espacio educativo.
Es, como ya se acepta hoy en día, un espacio electrónico que configura una
realidad virtual de múltiples consecuencias; es el Tercer Entorno, junto con el
campo y la ciudad; es la sociedad de las redes que genera el derecho a ser
educado en y para el espacio electrónico. El objetivo fundamental de la
educación electrónica (e-Educación), como rendimiento, es la adquisición en el
proceso educativo de un conjunto de conductas que capacitan al educando para
decidir y realizar su proyecto, utilizando la experiencia virtual. La educación
electrónica es susceptible de ser considerada como una nueva dimensión de
intervención pedagógica general, porque es un ámbito general de educación
orientado al desarrollo del área de experiencia virtual en procesos educativos
de enseñanza y aprendizaje. Atendiendo a estos postulados, tiene sentido
afirmar que la educación electró- nica es un objetivo de innovación estratégica
en la escuela que requiere con urgencia la realización de muy diversas tareas,
entre las que podemos destacar las siguientes (INFO XXI, e-Europa, elearning):
• Analizar
los avances realizados en educación electrónica en la escuela.
• Identificar
y definir orientaciones estratégicas de carácter europeo, nacional, autonómico
y local que favorecen el desarrollo de sinergias y redes de educación
electrónica en las escuelas.
• Determinar
las nuevas necesidades educativas generadas por la implantación de la educación
electrónica, entre muchas más.
Bueno
en este artículo se defiende que el advenimiento de la sociedad de la
información, con todas las innovaciones y cambios que conlleva, genera un
espacio de acción profesional distinto. Hay un salto cualitativo entre una
buena educación fuera de la sociedad de la información y la educación de
calidad derivada de la sociedad de la información en la que las Nuevas
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones se convierten en
herramientas pedagógicas al servicio del profesor, lo que puede ser mejor y más
útil en esta situación, los profesionales de la educación deben afrontar la
propuesta global. Los profesionales están obligados a atender cuestiones
locales con visión general de la problemática propia de la sociedad del
conocimiento y ello requiere innovación, desarrollo de competencias y
planificación estratégica.
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